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miércoles, 24 de agosto de 2016

Relatos: Raciocinio

Abro los ojos pero no veo nada. 

Respiro con dificultad al encontrarme rodeado de una total oscuridad. Escucho un chapoteo al intentar moverme, por lo que tanteo con las manos y me descubro metido en una especie de bañera cubierto de agua hasta la cintura. 

Sigo sin ver nada y con un movimiento reflejo me llevo las manos a la cara descubriendo con horror que donde deberían de estar mis ojos hay dos cuencas vacías. Grito, pero algo me lo impide; no puedo abrir la boca.

Desciendo las manos con zozobra y un escalofrío recorre mi cuerpo en el mismo instante en que noto unos puntos de sutura que unen mis labios. Consciente de ello, comienzo a sentir un regusto amargo que recorre mi boca indicándome que han sido cosidos hace poco. 

El corazón comienza a latirme atropelladamente. 

Recorro con las manos todo mi rostro, temeroso de no encontrar otra parte de mí, o peor aún, una parte mutilada. Contengo la respiración e instintivamente me llevo las manos a las orejas y a la nariz, expulsando el aire con ímpetu al no notar nada extraño.

Trato de levantarme con sumo cuidado, pero mis pies patinan y caigo golpeándome con fuerza. El agua que salpica mi pecho esta helada y una punzada en el costado derecho hace que me flexione de dolor. Intento ponerme de rodillas y comprobar el origen de esa molestia. 

Recorro con la yema de los dedos y me encuentro con más puntos de sutura, el simple tacto me produce grima y una arcada sube por mi garganta. Mi raciocinio no es capaz de comprender donde estoy y que me ha pasado. No veo, no puedo hablar, me cuesta horrores respirar y al parecer me han jodido un puto riñón. 

Raciocinio: ¡Ponle nota!

Me gusta   Ni fu, ni fa   No me gusta     

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