
Este es el primero de ellos, lleva un par de días en el horno y creo que ya esta listo, hay detalles que no me acaban de convencer pero espero que vosotros me hagáis cambiar de idea o señaléis con el dedo donde yo creo que hay algo que mejorar y pueda arreglarlo en futuros textos.
"Mikel estaba sentado en la taza
del váter con los calzoncillos por los tobillos. Hacía días que no conseguía
cagar y eso hacía que estuviera de muy mala hostia. «Maldito kebab de los
cojones» pensó asqueado ante aquella situación. Por más que apretaba no conseguía
sacar nada.
Hacía tres días sus amigos y él
habían ido a Barcelona a ver el famoso Cirque du Soleil. El viaje hasta
allí había sido una tortura, a las tres horas de coche había que sumarle una
hora para encontrar aparcamiento y les había dejado por lo menos a él, con el
culo cuadrado. Para colmo, no fueron capaces de encontrar sitio cerca de la
carpa del circo y tuvieron que andar colina arriba un buen trecho.
Llegaron con apenas una hora de
tiempo para que empezara la función, lo que les obligó a buscar un sitio donde
cenar. «Bueno, bonito y barato» se dijo a sí mismo cuando llegaron y
vieron varios puestos de comida rápida. La primera de todas era de kebabs, y
Mikel decidió ir a ese, sus compañeros por el contrario fueron a uno que hacia unas
hamburguesas que rebosaban aceite por todos sus poros.
Cenaron en unos bancos que no
distaban mucho de la entrada a la carpa. Las colas se comenzaban a formar y la
noche comenzaba a caer sobre ellos. Las dos chicas con las que iban estaban
entusiasmadísimas con la idea de poder ver la actuación. Desde el día que
compraron las entradas no hicieron otra cosa que hablar de ello, y como no
podía ser menos, todo el viaje en coche también. Mikel estaba un poco harto de
ellas y de sus comentarios por lo que miró a su alrededor buscando con que
distraerse.
A lo lejos una pareja de ancianos
se acercaba con paso lento a su posición. Parecían enfadados, él hablaba en un
tono elevado, mientras que ella le rogaba que bajara la voz. No pudo escuchar
bien la conversación, hablaban sobre acueductos,
desconocía el motivo de la disputa y trató de averiguar más cuando Mario le dio
un golpecito con el pie para llamar su atención.
—Atontado, vamos a la cola. —le
dijo mientras señalaba al resto del grupo que ya caminaba hacía la entrada.
—Perdona, quería desconectar. Estoy
un poco cansado de Erin y Ruth, llevan todo el viaje dando el coñazo con el
circo de los cojones. Se me están hasta quitando las ganas de entrar. Te lo
juro. —contestó asqueado.
Mikel volvió a apretar con fuerza
tras recordar aquello pero lo único que consiguió fue ponerse rojo y sofocarse.
Decidió dejarlo correr y volver al comedor. Se limpió, se subió los calzoncillos
y salió del lavabo con una grotesca mueca. Se sacudió la imagen de la cabeza y
se sentó en el sofá.
En la televisión daban un
programa de avances tecnológicos aplicados en medicina. Donde el trabajo de los
cirujanos cada vez era más seguro y rápido gracias a ellos. Durante un rato observó
la pantalla a desgana con la mirada perdida, en ella se veía la sencillez con
la que se insertaba un marcapasos y el paciente se marchaba a casa el mismo día
de la operación.
Cambió de canal buscando algo que
le entretuviera y alejara sus pensamientos de aquel maldito malestar. Tras
pasar varios canales se decidió por un documental de animales. Desde pequeño le
había gustado mirarlos. Los paisajes y los animales que había en lugares
lejanos siempre le habían apasionado. Observó
como una de las leonas de la manada comenzaba a dar a luz. Mikel no había visto
nunca el nacimiento de un animal y le atrapó al momento. La leona gruñía y
gemía a partes iguales, las cámaras se habían acercado mucho y habían conseguido
grabado todo el parto. «¿Cómo se acercan tanto?» se preguntó ante
aquellas imágenes.
La sangre que emanaba de allí no
le pareció normal, incluso le mareó, tras un par más de gruñidos apareció una
pequeña cabeza de entre las piernas de la leona, los machos como esperando a
que todo esto terminara rondaban a cierta distancia de las hembras. Los tímidos
gruñidos del recién nacido comenzaban a escucharse, la misma hembra lo agarró
del cogote y lo extrajo por completo junto con más sangre, colocándolo a su lado.
Una de las leonas se acercó olfateándolo pero un rápido rugido de la madre la
hizo apartarse.
Otro cachorro comenzó a aparecer,
estaba vez salía de culo. Tras hacer forcejear y apretar otra vez el pequeño
cachorro consiguió salir tras un largo rato, pero por desgracia para él nació
muerto. La madre lo cogió y al darse cuenta de que no respiraba en vez de
dejarlo junto al primer cachorro lo lanzo al otro lado. Una de las hembras se
acercó al pequeño y lo olisqueó, las otras al ver que la madre no les prestaba
atención se lanzaron sobre él y lo comenzaron a devorar. Una sensación de asco
y repulsión invadieron a Mikel.
Las pautas que había que seguir eran la de crear un historia donde hubiera una escena de un parto y que las palabras marcapasos, acueducto y circo formaran parte de ella. Recordaros que podéis opinar y participar proponiéndome algo en lo que trabajar, y así darme faena.
Espero que os haya gustado. ¡Gracias por leerme!
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