Os dejo con un relato con el que llevaba un tiempo atascado, dándole vueltas sin poder sacar nada en claro debido a las reglas que debía seguir. Finalmente he decidido publicarlo, tras muchos cambios. Tras el texto os explicaré que premisas tuve que seguir para escribirlo. Espero que lo disfrutéis y os guste tanto como a mi al escribirlo.
"Abrió la nevera y se percató de que no había hecho la compra. Tan solo tenía una botella de leche medio vacía y las sobras de la cena de la noche anterior. Odiaba encontrársela así, pero odiaba todavía más el tener la necesidad de querer tener la nevera llena cual consumista.
Intentaba vivir con lo justo, pero había sido criado en una casa donde los excesos estaban a la orden del día y el derroche era lo primero que se enseñaba. Se marchó de casa en cuanto cumplió la mayoría de edad, dejando a su hermana mayor y sus padres desolados, y desde entonces apenas había vuelto a saber de ellos.
Cuando se independizó no tardo en echar de menos las comodidades que había dejado atrás, sobre todo, el dinero familiar que siempre le había permitido tener todo lo que había querido. Comenzó a vivir una vida minimalista debido a la precariedad a la que se veía sometido, se vio obligado a adoptar prácticas típicas del comunismo, por lo que se ganó el sobrenombre de “Bolchevique” en el seno de su familia cuando se enteraron de que había abandonada el capitalismo inculcado a la fuerza por sus padres, momento en que las relaciones familiares se rompieron totalmente.
Viéndose obligado a trabajar en cualquier empleo por muy mal pagado o denigrante que fuera, pasó por cientos de trabajos antes de conseguir uno que le apasionara, empleos que le permitieron pagarse las facturas y llevarse algo a la boca. Gracias a su pasión por la escritura y la lectura pudo ingresar en un periódico local con el que, poco a poco, fue consiguiendo un estatus social decente y un nivel de vida adaptado a sus necesidades y exigencias. Durante varios años trabajó duramente como columnista, hasta la jubilación de uno de los redactores siendo catapultado hasta ese puesto de trabajo.
Su vida cambio inesperadamente cuando fue enviado a Roswell como reportero de campo. Según la teoría popular una nave extraterrestre se había estrellado en unos campos de maíz y había sido descubierto por uno de los granjeros que trabajaban allí. Rápidamente el gobierno de los Estados Unidos movilizó tropas militares y acordonó la zona, restringiendo el acceso. Durante su estancia allí realizó una investigación muy extensa en el que hablaba de los actos realizados por el ejército americano y los extraños sucesos que habían ocurrido en la zona.
El resultado fue la publicación del libro donde destapaba toda la verdad sobre Roswell y la enigmática Área 51 el cual fue todo un éxito de ventas, colocándolo en el centro de todas las discusiones sobre la vida inteligente fuera del planeta Tierra, haciendo justicia a todo el trabajo realizado. Lo que le permitió poder viajar por el mundo entero de universidad en universidad dando conferencias sobre el incidente y sobre su teoría de la vida alienígena, convirtiéndose en un autor mundialmente famoso.
Habían pasado años de aquello y ahora se encontraba frente al frigorífico, observando con desgana las sobras. Malvivía en una cabaña de campo, alejada de la civilización en lo alto de la montaña, viviendo con la constante esperanza de que a través de su telescopio observara lo que una vez juró haber descubierto en Nevada."
¿Qué os a parecido? Las premisas a seguir eran las de escribir una historia dónde las palabras, extraterrestre, bolchevique, nevera y justicia formaran parte de ella. ¿Resulta forzada la lectura? ¿Algo que creáis deba mejorar? Cualquier opinión será escuchada. Hazte seguidor y recibe los últimos relatos al instante, clickando en "Participar en este sitio".
¡Gracias por leerme!
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