—El otro día estuve mirando un documental sobre los aliens —comenzó explicando Jack—. Salía ese tío con los pelajos raros… —añadió haciendo un gesto con las manos.
—¿Los que echan en el Discovery Max? —quiso saber Tom.
—Sí, de hecho lo vi ahí… —contestó mientras se perdía en sus pensamientos, rememorando el documental.
Tom cogió su cerveza y bebió un sorbo esperando a que su compañero volviera al mundo real y continuara con su parloteo.
—Yo siempre he pensado que eran tonterías —prosiguió finalmente Jack—, cuentos chinos para entretener al personal.
—¿Y ahora no? —espetó Tom dejando la jarra sobre la mesa y haciendo una mueca.
—Estoy comenzando a dudar, quiero decir: nunca me lo había planteado en serio. —Cogió su jarra y observó cómo se movía la cerveza al compás del movimiento de su mano—. Ya había visto otros documentales sobre este tema y me parecían totalmente absurdos.
—Es que lo son.
—Parece que hay una locura —prosiguió Jack ignorándole—, más bien actual, de no hace mucho, por los extraterrestres y por eso creo que funcionan bien este tipo de documentales.
—¿No te has fijado en que son todos yanquis? Todo pasa en América, ¿por qué será?
—No todos lo son —reprochó mirando a su amigo—. La gran mayoría de teorías absurdas vienen de algún americano, pero hay cosas que no tienen explicación lógica… —Guardó silencio unos segundos y agarró su jarra. Bebió un sorbo y después miró a Tom—. ¿Qué me dices de las pirámides de Giza, del Stonehenge o de los dibujos esos que hay en unos campos en Suramérica?
—Maravillas únicas en el mundo —contestó de manera indiferente—. Todos sabemos que la Edad Media hizo mucho daño a la sociedad…
—Qué tendrá que ver el cerdo con la velocidad —exclamó disgustado. Jack volvió a observar su jarra, y de un sorbo acabó con su contenido—. Eres un ignorante…
—¿Me lo dices tú? ¿Tú qué me está comiendo la oreja con lo de los extraterrestres?
—No te quieres dar cuenta, tío… Es una teoría descabellada, pero se dice que Dios —explicó entrecomillando la palabra con las manos—, creó a los humanos a: imagen y semejanza. Y nosotros sabemos que la figura de un ente superior fue creada por el imaginario popular, que es un rasgo evolutivo del homo sapiens. Seguro que has escuchado que si un caballo pudiera imaginarse a un ente superior, algo semejante a un dios, lo haría igual que él, con forma de caballo.
—Por supuesto, ¿pero dónde quieres llegar con esto? —preguntó Tom al tiempo que se volvía hacia la barra y pedía con un gesto dos jarras de cerveza al tabernero.
—En el documental, salían extraterrestres con una fisonomía muy humana. Y pensé que quizás fueron ellos quienes nos crearon a nosotros a su imagen y semejanza…
—Pero la descripción que se hace de ellos esa influenciada por nuestra propia imagen. ¿Si nos hablaran de esponjas voladoras crees que causarían el mismo temor que siendo antropomorfos? —argumentó Tom.
—También hablaban de que los extraterrestres habían llegado a la Tierra hacía ya un tiempo, y que habían contactado con los americanos. Como no… —Hizo un ademán con la mano—. Aliens y yanquis trabajaban conjuntamente, ocultándoselo al mundo para no crear una situación de pánico ni crisis plantearía… —El tabernero se acercó con dos jarras y las dejó sobre la mesa—. Que revelarían a la humanidad esta cooperación cuando la raza humana estuviera preparada para ello. ¡De locos!
Jack y Tom, sonrieron al tabernero quien se alejó de allí frunciendo el ceño ante lo que acababa de oír. Cogieron una jarra cada uno y brindaron antes de llevársela a la boca.
—Tonterías… —se quejó Tom, tras beber—. Esos documentales son un engaña bobos. Las teorías que explican tiene bases contrarrestadas pero modifican el discurso a su antojo para hacerlo racional a lo que ellos cuentan.
—¿Y si te dijera que yo soy uno de ellos? —habló Jack mirándole directamente a los ojos.
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